….estamos completos en el … Colosenses 2:10
Plenitud, todo el mundo la está buscando. Por todo el mundo las personas son conscientes de que algo les falta que haría que su vida completa y se preocupan por tratar de llenar los vacíos de aquellos aspectos de sus vidas. Algunos recurren al alcohol, las drogas o la inmoralidad. Muchos buscan la plenitud a través del materialismo o las relaciones. Y otros tratan de alcanzar la plenitud mintiendo, robando o matando. Sin embargo, no están satisfechas, porque la plenitud verdadera no es algo que puede llegar a través de la actividad exterior. Más bien, es algo que debe llevarse a cabo en el interior de nosotros, dentro de nuestros espíritus y después se manifiesta en el exterior, donde se hace evidente para todos.
Ahora, ¿qué nos dice la palabra de Dios sobre la plenitud? la palabra “paz” , o ‘shalom’ en el Antiguo Testamento significa integridad, llenura, plenitud. Jesús le dijo en Juan 14:27, “La paz os dejo, mi paz os doy: no la doy como el Mundo, la da. No se turbe vuestro Corazón, ni tenga miedo. El Señor Jesús ya nos ha dado su integridad. Y el apóstol Pablo reafirma esta en Colosenses 2:9-10, “Porqué en EL Habita Toda La plenitud de la divinidad corporalmente: Y en EL estais completos …”
A traves de Cristo, el Ungido, que ya se nos ha dado la plenitud. Por lo tanto, tenemos que recibirla, por medio de la fe y cambiar nuestra perspectiva. Aunque que podemos ser conscientes de nuestros defectos y limitaciones, es el poder transformador de Cristo en nuestras vidas que nos pueden producir los cambios y su plenitud. Sin Cristo no podemos lograr nada (Juan 15:5), pero el nos hace adecuados o competentes (2 Corintios 3:5).
Entonces, ¿cómo podemos permitir que la plenitud del Señor cambie nuestras vidas?
- Tenemos que recibir la plenitud del Señor por la fe cada día. También hay que meditar en ella y desarrollar nuestra comprensión de ella. Cuanto más le sigamos, escuchemos y obedezcamos al Señor, más su plenitud se hará evidente en nuestras vidas.
- Tenemos que vernos a nosotros mismos como personas completas y aprender a operar de la integridad del Señor. Otros podran sacar ventaja de nosotros o maltratarnos y vaciar nuestra plenitud, pero podemos renovar nuestra plenitud. El Señor tiene un suministro interminable.
- Tenemos que rechazar la alternativa del mundo y tomar de la plenitud del Señor.
- Tenemos que reconocer que las presiones del mundo tratarán de ganarnos y quitarnos nuestra integridad. Pero no tenemos que ceder o renunciar. Siempre podemos cambiar nuestra debilidad por la fuerza del Señor, pasando tiempo en su presencia, morir a nuestros propios impulsos e ideas y recibir su unción y su orientación. A través de esta práctica, podemos aprender a caminar siempre en triunfo a través de las dificultades (2 Corintios 2:14).
Por lo tanto, a medida que desarrollamos nuestra comprensión y práctica de la plenitud del Señor en nuestras vidas vamos a aprender a no ser molestados por los contratiempos dificultades y decepciones que puedan surgir. No necesitamos esas cosas para estar completos, porque a través del Señor estamos mas completos dia tras dia. Y en lugar de ir a tratar de ganar nuestra propia plenitud, seremos un pueblo que tiene la plenitud en Cristo y estaremos ocupados en compartir y difundir la plenitud que el mundo está buscando.