2020 ha sido un año de restricciones, de separación y de dudas. Pero no tenemos que anclarnos en estas dificultades porque no estamos restringidos en otras áreas. Somos libres de pasar tiempo en comunión con Dios, adorándolo con cánticos de alabanza, meditando en esta palabra y profundizando en la oración.
En nuestro propio armario de oración, a través de la oración y la fe, el Señor Jesús nos dice cómo podemos lograr cambios en nuestro mundo,
Pero tú, cuando ores, entra en tu aposento interior y, habiendo cerrado la puerta, ora a tu Padre que está en secreto, y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público. Mateo 6: 6
Necesitamos reconocer nuestro papel como intercesores en estos tiempos difíciles mientras apoyamos a quienes están en la primera línea de muchas áreas de conflictos físicos y espirituales, como Pablo nos recuerda en Efesios 6:18.
… Con toda oración y súplica, orando en todo momento en el Espíritu, y velando por ello con toda perseverancia y petición por todos los santos.
En momentos como estos, debemos tener confianza en lo que nuestro Dios dice sobre nosotros y nuestras circunstancias. Como nos dice Isaías en Isaías 54:17
Ningún arma que se forme contra ti prosperará; y toda lengua que se levante contra ti en juicio, la condenarás. Esta es la heredad de los siervos del SEÑOR, y su justicia que es mía, dice el SEÑOR.
Y de Isaías 55: 10-12,
Porque como cae la lluvia y la nieve del cielo, y no vuelve allí, sino que riega la tierra y la hace germinar y producir, y da semilla al sembrador y pan al que come; 11 Así será mi palabra que sale de mi boca: no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y prosperará en aquello a que la envié. 12 Porque con gozo saldrás y con paz serás conducido; montes y collados se levantarán delante de ti en cánticos; y todos los árboles del campo batirán palmas.
Tomemos esto como una promesa para 2021; ¡Que seremos liberados de las restricciones y saldremos con alegría y seremos soltados en paz!