Victoria sobre el diablo | ¡Dios es mi Manantial!

Aplastando al león y a la víbora: Aplastare al león y a la cobra. Pisare fieras y serpientes. Salmos 91:13

Autoridad para pisar a las serpientes y los escorpiones: Reconozco que Cristo me ha dado autoridad para pisotear serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada me dañará. `Sin embargo no me gozo de esto, que los espíritus se sujetan; antes me gozo de que mi nombre está escrito en los cielos. Lucas 10:19-20

Demonios sujetos en el nombre de Jesús: Aun los demonios se sujetan a nosotros en tu nombre Señor Jesús. Lucas 10:17

Sin concesión al diablo: Nunca le doy al Diablo ninguna oportunidad. Efesios 4:27

Sanando a los oprimidos por el Diablo: Como Jesús de Nazaret, he sido ungido por Dios con el Espíritu Santo y con poder, para que ande haciendo el bien y sanando a todos los que están oprimidos por el Diablo, porque Dios esta conmigo. Hechos 10:38

Bajo la autoridad de Cristo: Señor Jesús, Toda potestad te ha sido dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, en respuesta a tu mandato, voy haciendo discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo: Enseñándoles que guarden todas las cosas que nos has mandado: y he aquí, tu estas con nosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Mateo 28:18-20

Satanás aplastado bajo nuestros pies: El Dios de paz rápidamente aplastara a Satanás bajo mis pies. Romanos 16:20

Resistiendo al diablo: Dios continúa dándome más gracia. El resiste al orgulloso, pero da gracia al humilde. Por lo tanto me someto a Dios, resisto al Diablo, y el Diablo huirá de mí. Santiago 4:6, 7

Estando alerta: Practico el dominio propio y me mantengo alerta, porque mi adversario el Diablo, ronda como león rugiente buscando a quien devorar. Lo resisto manteniéndome firme en la fe, sabiendo que mis hermanos en todo el mundo están soportado la misma clase de sufrimiento. 1 Pedro 5:8, 9

El Diablo no me toca: Se que he nacido de Dios y no estoy en pecado: Jesucristo que nació de Dios me protege, y el maligno no me toca. 1 Juan 5:18

Tomando el escudo de la fe: Al tomar el escudo de la fe, soy capaz de apagar todas las flechas del maligno. Efesios 6:16

Perdonando a otros: He perdonado a todos en la presencia de Cristo, para que Satanás no se aproveche de mí, porque no soy ignorante de sus artimañas. 2 Corintios 2:10, 11

Protegido del maligno: Tu Señor eres fiel; tú me fortaleces, y me proteges del maligno. 2 Tesalonicenses 3:3

Mayor es el que esta en mí: No creo en cualquier espíritu, sino que pruebo los espíritus, para saber si son de Dios, porque muchos falsos profetas han salido al mundo. Pero, como hijo de Dios los he vencido, porque mayor es el que esta en mi que el que esta en el mundo. 1 Juan 4:1, 4

Victorioso por la sangre y mi testimonio: Por la sangre del Cordero, y por la palabra de mi testimonio yo venzo al acusador. No valoro tanto mi vida como para evitar la muerte. Apocalipsis 12:11

Más que vencedor: En todas estas cosas, soy más que vencedor a través de aquel que me ama. Romanos 8:37

La muerte de Cristo dejo al Diablo sin poder: Cristo mismo compartió nuestra humanidad, para anular mediante la muerte, al que tiene dominio de la muerte, es decir al Diablo, y librar a todos los que por temor a la muerte estaban sometidos a esclavitud durante toda la vida. Hebreos 2:14, 15

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