Autoridad sobre todos los poderes del enemigo: Reconozco que Cristo me ha dado autoridad para pisotear serpientes y escorpiones, y sobre todo poder del enemigo. Nada nos podrá hacer daño. Sin embargo, no me gozo en que los espíritus se sujetan a nosotros, sino que me regocijo que nuestros nombres están escritos en el cielo. Lucas 10:19, 20
Sentado en los lugares celestiales: Dios me ha resucitado con Cristo, y me hizo sentar con el en los lugares celestiales en Cristo Jesús. Efesios 2:6
Alabanzas a Dios en mi boca y una espada de dos filos en mi mano: Que broten de mi garganta alabanzas a Dios. Y haya espadas de dos filos en mis manos; Para hacer venganza de las naciones, Y castigo en los pueblos; Para aprisionar sus reyes en grillos, Y sus nobles con cadenas de hierro; Para ejecutar en ellos el juicio escrito: Esta será la gloria de todos sus santos. Aleluya. Salmos 149:6-9
Ninguna arma prosperara: Ninguna arma forjada contra mí prosperara; y toda lengua que me acuse será refutada. Esta es la herencia de los siervos del Señor, la justicia que de mi procede, afirma el Señor. Isaías 54:17
Las armas de nuestra lucha no son del mundo: Porque aunque camino en el mundo, las armas con las que lucho no son del mundo; sino que tienen el poder divino de derribar fortalezas. Destruyendo argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios y llevo cautivo todo pensamiento para que se someta a Cristo. 2 Corintios 10:3-5
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