Mucha gente tiene temor de lo que esta mas adelante; temor del futuro, por nuestra familia o por nuestro trabajo. De hecho, el tema mas leído aquí en Diosesmimanantial.org son las Confesiones de Venciendo el temor y las preocupaciones. Si, estamos viviendo en tiempos difíciles, donde las personas han perdido la confianza en la economía, en los líderes políticos y en las instituciones que han formado nuestro mundo. Aun así, es posible tener paz y prosperar en tiempos como estos. Pero, ¿que es la paz? Estar en paz no es la ausencia de circunstancias difíciles o desafíos. Más bien es tener una calma certeza de que nuestras necesidades están siendo provistas. Es una percepción de completa posesión: que nada nos falta o que nada esta roto; que podemos acceder a recursos adecuados. Tal es la paz sobrenatural. No depende de las cosas que podemos ver. ¿Pero como la recibimos?
Jesús dijo en Juan 14:27, “La paz os dejo, mi paz os doy: no como el mundo la da, yo os la doy. No se turbe vuestro Corazón, ni tenga miedo.” El ya nos ha dado su paz, su calma, sus recursos adecuados. Y El agrego en Juan 16, “Estas cosas os he hablado, para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción: mas confiad, yo he vencido al mundo,” Juan 16:33. Jesús es más fuerte que el mundo y no tiene preocupaciones sobre lo que pueda suceder mañana. Pero si todavía tenemos falta de paz interior,es porque todavía no hemos desarrollado lo que Cristo ya nos ha dado. Es la paz que el Apóstol Pablo dice en Colosenses 3:15 que debería reinar en nuestros corazones.
¿Como desarrollamos esta paz? Al meditar en el amor que Dios tiene para nosotros. Dios nos ama tanto que el envió lo mejor para redimirnos, su Hijo. Dios no es barato; el no esta reteniendo su amor por nosotros. Pablo nos dice en Romanos 8 que nada puede separarnos del amor de Dios. Es esta revelación del amor de Dios por nosotros que debe crecer y fortalecerse dentro de nosotros. Así, necesitamos comenzar a darnos cuenta y reconocer su amor en nuestras vidas. Necesitamos parar de dudar de su amor y comenzar a confesar cada día: “!Dios me ama!!”
También, debemos meditar en la palabra de Dios, su revelación de su amor para nosotros, para que podamos incrementar nuestra confianza y fe en su deseo y habilidad para traer las victorias en nuestra vida. No es solo de pan que vivimos, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios (Mateo 4:4). Y el escritor del Salmo 119 confirma esto cuando dice en el verso 165, “Mucha paz tienen los que aman tu ley; Y no hay para ellos tropiezo.”
Ya que Jesús nos ha dado su paz y que podemos desarrollar su paz al meditar en la palabra de Dios y el amor de Dios para nosotros, hagamos entonces un habito cada día de recibir y agradecer al Señor por su paz. Practiquemos dejar nuestras preocupaciones y cuidados en el Señor Jesús (1 Pedro 5:6) y no volverlas a tomar otra vez sobre nosotros. Aprendamos a escuchar la voz del Señor al pasar tiempo en su presencia. El nos hablara a través de la escritura en la cual hemos estado meditando; El tiene ideas e instrucciones que el mundo nunca ha considerado. Y luego tenemos que hacer lo que el nos dice. Al seguir estos pasos podemos experimentar la paz de Dios en nuestras vidas.