Efesios 3:20 nos dice que Dios, “Y á Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos ó entendemos, por el poder que obra en nosotros…” Jesús nos dice en Juan 16:23, 24, “Y aquel día no me preguntaréis nada. De cierto, de cierto os digo, que todo cuanto pidiereis al Padre en mi nombre, os lo dará. Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre: pedid, y recibiréis, para que vuestro gozo sea cumplido.”
Así el Señor Jesús nos dice que podemos pedir al Padre esas cosas que necesitamos o que deseamos en su nombre. ¿Pero estamos tomándonos tiempo para considerar lo que estamos pidiendo, para desarrollar y para dar los detalles sobre lo que estamos buscando? No hemos recibido quizá nuestra respuesta porque nuestras peticiones han sido demasiado vagas o generalizadas o nosotros hemos sido inconsistentes en la aplicación de nuestra fe. Entonces consideremos cómo podemos ser sistemáticos, cuidadosos e incesantes en nuestra petición.
Recuerdo que en 2004 confiaba en a Dios por una esposa. De varios maestros de la Biblia aprendí cómo enfocar mi fe y desarrollar una imagen de lo que estaba buscando. Apoye mi petición con la escritura y visualicé el resultado de mi petición. Como resultado el Señor obro para traer a mi futura esposa Dora junto a mí. Entonces esta es una propuesta que cualquier persona puede utilizar para recibir lo que él que busca del Señor:
1. Escríbalo: En una hoja del papel enumere sus preocupaciones, necesidades o deseos. Deje varias líneas en blanco bajo cada punto para hacer notas adicionales. Poniendo nuestra petición en escrito queremos aclarar en nuestras mentes lo que estamos buscando y lo que diremos al Padre.
2. Descríbala: Considere cada punto y escriba una breve descripción del resultado final que quisiéramos ver. Queremos llenar los detalles de nuestras necesidades y deseos de modo que podamos hacer la petición específica.
3. Investíguela: Si lo no sabemos, descubramos lo que dice la Biblia en relación a nuestra petición. Algunas de la promesa que encontraremos serán específicas, por ejemplo las promesas para la sanidad o la protección. Para otras peticiones, encontraremos promesas generales. Pero cualquiera sea las escrituras que encontremos podemos usarlas para animar nuestra fe y para nuestras oraciones. Agregamos estas referencias de la escritura a las peticiones individuales que anotamos anteriormente. Usando la palabra de Dios de este modo nos ayudará a perfeccionar nuestros pedidos y nuestra fe. En el caso que nuestro pedido vaya en contra de la palabra de Dios, el Espíritu Santo nos aclarará esto a través de la palabra.
4. Visualícelo y medite en él: Luego deseamos visualizar el resultado final de lo que estamos buscando de acuerdo a nuestra descripción escrita y meditar en los versículos relacionados en las escrituras. La visualización es un componente vital de nuestra fe porque nuestras mentes tienen la capacidad de visualizar cosas que todavía no existen. Pablo nos dice en 2 Corintios 4:18, “no miramos en las cosas que se ven, sino en las cosas que no se ven. Porque las cosas se ven son temporales, mas las cosas que no se ven son eternas.” Las cosas que no se ven, son ésas las que estamos por tomar por la fe basada en la palabra de Dios para nosotros. Así, visualizamos lo que escribimos en la descripción de nuestra petición por un número de días y meditamos en las escrituras. Esta práctica desarrolla nuestra fe y confianza en la buena voluntad y la capacidad de Dios de realizar lo que ha prometido. Queremos ser como Abraham, que según Pablo en Romanos 4:19 -21:
Y no se debilito en la fe, ni consideró su cuerpo ya muerto (siendo ya de casi cien años,) ni la matriz muerta de Sara; Tampoco en la promesa de Dios dudó con desconfianza: antes fue fortalecido en fe, dando gloria a Dios, Plenamente convencido de que todo lo que había prometido, era también poderoso para hacerlo.
Recuerde, es nuestra fe y la expectativa en Dios que el escritor de Hebreos dice que satisface a nuestro Padre Celestial.
Continuamos visualizando cada uno de nuestros resultados de nuestras peticiones hasta que, una por una, nos persuadiremos por completo que tenemos por fe lo que estamos buscando. Pero si es difícil que estemos completamente persuadidos, necesitamos pedir al Espíritu Santo que nos demuestre si hay algún impedimento en nuestras vidas que este bloqueando nuestra petición.
5. Recíbala: Una vez que nos hemos persuadido completamente recibimos esa cosa o ese resultado que hemos estado pidiendo en oración con acción de gracias. Jesús nos enseñó en Marcos 11:24, “Por tanto, os digo que todo lo que orando pidiereis, creed que lo recibiréis, y os vendrá.” Considere su petición una acción terminada. No estamos creyendo más por ello, más bien ya la hemos recibido y ahora estamos esperando por la manifestación o la llegada. Podemos agregar la fecha que recibimos nuestra petición por la fe a nuestra descripción escrita.
6. Háblela: ¿Qué hacemos mientras esperamos la manifestación de nuestra petición? Debemos continuar visualizándola y dando las gracias por ella con nuestras bocas siempre que recordemos nuestra petición. Y mantenemos nuestras palabras conforme a lo que creemos, que Dios está trabajando detrás de la escena, para hacer realidad lo que pedimos. De este modo podemos resistir en darnos a las dudas.
7. Manténgala: Descanse pacientemente y espere al Señor. Continúe visualizando y hablando el resultado final hasta que la cosa deseada aparezca. Debemos persistir y no darnos por vencidos. David nos enseña en Salmos 37:7, “Calla delante de Jehová, y espera en él” acepta la gracia que Dios te provee hasta que su petición sea manifiesta.
¡Siguiendo estos pasos le ayudará a recibir las cosas que el Señor tiene para usted!
Aquí está la hoja de trabajo para ayudarle a hacer estos siete pasos: Hoja de trabajo de los Siete pasos para recibir de Dios.
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