No tener un concepto más alto de si mismo: No tengo un concepto más alto de mí del que debo tener; sino que pienso razonablemente de acuerdo a la medida de fe que Dios me ha dado. Romanos 12:3
Derribando fortalezas: Porque aunque ando en el mundo, no milito según el mundo. (Porque las armas con que luchamos no son del mundo, sino que tienen el poder Divino para la destrucción de fortalezas;) Destruyendo argumentos, y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, llevando cautivo todo pensamiento para que se someta a Cristo; 2 Corintios 10:3-5
Permanece en estas cosas: Considero todo lo que es verdadero, todo lo respetable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo digno de admiración, todo lo que sea excelente o merezca elogio. Y el Dios de paz estará conmigo. Filipenses 4:8
Teniendo la misma actitud que tuvo Jesús: Que haya en mi este sentir que hubo también en Cristo Jesús: El cual, siendo en naturaleza Dios, no considero en ser igual a Dios como algo en que aferrarse: Por el contrario se rebajo a si mismo, tomando la naturaleza de siervo, haciéndose semejante a los humanos; Y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, se hizo obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Filipenses 2:5-8
Contemplemos a nuestro Apóstol y sumo Sacerdote, Jesús: Por lo tanto, habiendo sido santificado y teniendo parte en el mismo llamamiento celestial, considero a Jesús Apóstol y sumo sacerdote de la fe que profeso. Hebreos 3:1
Poniendo tu mente en las cosas de arriba: Ya que he sido resucitado con Cristo, busco las cosas de arriba, donde esta Cristo, sentado a la diestra de Dios. Pongo mi mente en las cosas de arriba y no en las de la tierra. Colosenses 3:1, 2
Teniendo la misma actitud que Cristo: Porque Cristo sufrió por nosotros en la carne, yo tengo la misma actitud; porque el que ha sufrido en el cuerpo ha terminado con el pecado, para que yo ya no viva el resto de mi vida en el pecado siguiendo las pasiones humanas, sino haciendo la voluntad de Dios. 1 Pedro 4:1, 2
Tenemos la mente de Cristo: ¿Porque quien ha conocido la mente del Señor, para que pueda instruirlo? Nosotros por nuestra parte, tenemos la mente de Cristo. 1 Corintios 2:16
Confía en Señor con todo tu corazón: Confío en el Señor con todo mi corazón, y no en mi propio entendimiento. Proverbios 3:5
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