La palabra de Dios en mi vida

Meditando en la ley del Señor: Soy bendecido porque no camino en el consejo de los malos, ni ando en la senda de los pecadores, ni me siento en la silla de los blasfemos. Sino que me deleito en la ley del Señor, y en su ley medito de día y de noche. Por lo tanto seré como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto a su tiempo, y cuya hoja no cae, y todo lo que hago prospera. Salmos 1:1-3

Manteniendo la ley del Señor en mi boca: Este libro de la ley no se apartara de tu boca, pero meditaras en el día y noche, para que observes de hacer todo lo que esta escrito en el: porque entonces te haré prosperar, y tendrás gran éxito. Josué 1:8

No tropiezo: Tengo una gran paz porque amo la ley del Señor. Nada me hace tropezar. Salmos 119:165

Nacido de semilla incorruptible: He nacido de Nuevo, no de semilla corruptible, sino de semilla incorruptible, a través de la palabra de Dios, que vive y permanece para siempre. 1 Pedro 1:23

Consejo del Señor: Tu, Oh, Señor, me instruirás y me enseñaras el camino que debo andar. Sobre mi estarán puestos tus ojos. Salmos 32:8

Manejar la palabra de verdad apropiadamente: Les recuerdo a mis compañeros cristianos evitar todas las discusiones inútiles, que no sirven más que para destruir a los que escuchan. Y soy cuidadoso de presentarme aprobado delante de Dios, como obrero que no tiene que avergonzarse, que maneja apropiadamente la palabra de verdad. 2 Timoteo 2:14, 15

No un oidor olvidadizo: Soy un hacedor de la palabra, no solo uno que escucha, quien se engaña a si mismo. Porque miro continuamente en la perfecta ley, la ley que da libertad, no siendo un oidor olvidadizo sino uno que hace la obra, seré bendecido en todo lo que haga. Santiago: 22, 25

No solo de pan: No vivo solo de pan, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios. Mateo 4:4

Fundado sobre la roca: Señor Jesús, porque escucho tus palabras y las pongo en práctica, soy como una persona sabia, cuya casa se mantuvo firme ante grandes inundaciones y fuertes vientos, porque la casa estaba fundada sobre la roca. Mateo 7:24-25

La verdad los hará libres: Señor Jesús, porque permanezco en tu palabra, soy realmente tu discípulo; conoceré la verdad y la verdad me hará libre. Juan 8:31, 32

Vigilante en su palabra: Tu Señor vigilas tu palabra para que se cumpla. Jeremías 1:12

La palabra de Dios no volverá vacía: Señor, mis pensamientos no son tus pensamientos, ni tus caminos mis caminos. Como son más altos los cielos que la tierra, así son tus caminos más altos que mis caminos, y tus pensamientos más que mis pensamientos. Porque como desciende de los cielos la lluvia, y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra, y la hace germinar y producir, y da simiente al que siembra, y pan al que come, Así será la palabra que sale de tu boca: no volverá a ti vacía, antes hará lo que tu quieras, y será prosperada en aquello para que la enviaste. Isaías 55:8-11

Permaneciendo puro: Señor, ¿como me mantengo puro en mis caminos? Viviendo de acuerdo a tu palabra. Salmos 119:9

Abriendo mis ojos: Señor, abre mis ojos, para que vea las maravillas de tu ley. Salmos 119:18

Consolado en la aflicción: Señor, recuerda tu palabra a tu siervo, porque me diste esperanza. Esta es la consolación en mi aflicción, porque tu palabra me ha revivido. Salmos 119:49, 50

Una luz en mi camino: Oh Señor, tu palabra es lámpara a mi camino, y una luz en mi sendero. Salmo 119:105

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