Motivación para el cristiano

¿Cuando te levantas a la mañana, cual es tu motivación o propósito? O ¿cual es la razón que te pone en movimiento cada día? Para algunos es realizar ciertas necesidades básicas: obtener comida, vestido y refugio. Para muchos de nosotros, es para cuidar de las necesidades de nuestra familia o cumplir con nuestras responsabilidades de trabajo. Estos son las preocupaciones de los que vivimos en el mundo natural. Sin embargo, hay más en la vida que vivir en conformidad a los estándares de este mundo. Miremos a la vida del Señor Jesús. El no se permitió estar atado a las demandas y condiciones del mundo en que vivió. Jesús sabia que todo lo que tiene lugar aquí en esta tierra es temporáneo. En su lugar el conformo su vida a la verdadera realidad de lo espiritual o del reino espiritual. Así, Jesús estuvo en una asociación muy cercana con su Padre y obedeció su voluntad y su Padre cuido de sus preocupaciones terrenales. Y en el Nuevo Testamento, se nos dice que debemos hacer lo mismo. Por ejemplo el Apóstol Pablo nos dice en Colosenses, “Si habéis pues resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado á la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. Porque muertos sois, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios.” Colosenses 3:1-3

En nuestra casa, en diferentes días tenemos diferentes tareas que cumplir. Usualmente los lunes, Dora y yo pasamos varias horas limpiando la casa. Los miércoles vamos de compras al centro a comprar varias cosas. Y los viernes paso la mañana cocinando comidas que consumiremos durante la semana. Pero cuando me levanto cada mañana la primera cosa que quiero hacer es pasar un tiempo en compañía con el Padre, el Señor Jesús y su palabra. Tomo tiempo para orar y leer la palabra de Dios. Esta es la parte mas importante del día porque determina el curso del día y el curso de mi vida.

Pablo nos anima a poner nuestros corazones, esto es, nuestro propósito o fuerza motivadora en las cosas de arriba; esto es, en propósitos más allá de este mundo natural. ¿Porque? Porque cuando recibimos a Cristo, a través del nuevo nacimiento, somos levantados de un nivel natural a un nivel sobrenatural de vida. Pablo nos dice en el libro de Efesios 2:6 que “Y juntamente nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los cielos con Cristo Jesús.” Estamos sentados con Cristo. ¿Y donde esta sentado Cristo? A la derecha del Padre, “La cual obró en Cristo, resucitándole de los muertos, y colocándole á su diestra en los cielos, sobre todo principado, y potestad, y potencia, y señorío, y todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo, mas aun en el venidero…” Efesios 1:20,21. Necesitamos tomar esta posición que tenemos como creyentes y adoptar una perspectiva celestial para los problemas con los que tratamos. Entonces podremos descubrir la libertad para perseguir los grandes ideales y propósitos del cielo.

¿Cuales son estos propósitos? Pienso que hay al menos cuatro motivaciones que deberían guiarnos cada día:

Primero es el amor – Amor a Dios y amor por otros.

Para Dios: Amar a Dios con todo nuestro corazón, mente y alma; Jesús dijo que este era el mas grande e importante mandamiento (Mateo 22:36-38). ¿Cuales son las cualidades de alguien que ama a Dios de esta manera? Toman tiempo cada día para estar en la presencia de Dios. Estudian su palabra para descubrir lo que le agrada a El. Y escuchan su voz y buscan obedecer a Dios en todas las áreas de su vida. ¿Y que de ti? ¿Estas cualidades te describen?

Y amor por otros: ¿Que significa? Significa valorar a otros como nos valoramos a nosotros mismos, a pesar de sus faltas y defectos, y de demostrar la bondad de Dios, amabilidad y misericordia a ellos, aun a aquellos que no necesariamente nos gustan. Esta clase de amor no esta basada en emociones o sentimientos. Esta basada en nuestra conexión con Dios a través del Señor Jesucristo. Así, no deberíamos encontrar difícil demostrar el amor de Dios. El Apóstol Juan nos dice que Dios es amor. El amor es la más grande expresión de la naturaleza de Dios. Y como sus hijos, tenemos la misma naturaleza, el mismo ADN espiritual. Es por eso que Pablo nos dice en Efesios,” Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados: Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó á sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio á Dios en olor suave.” Efesios 5:1-2. Y para demostrar su amor primero tenemos que tener una revelación de cuanto nos ama Dios y cuanta gracia y misericordia nos ha mostrado. Y segundo le permitimos al Señor dirigirnos en demostrar su amor a otros en ceder nuestras vidas al Espíritu Santo y seguir su guía.

¿Tomaste un tiempo hoy para mostrar el amor de Dios a aquellos alrededor tuyo?

Esto es imperativo porque el amor es la necesidad básica que todos en la tierra están buscando satisfacer. Muchos intentaran de llenar esta necesidad a través de sus propios esfuerzos con otras cosas como posesiones, riquezas, estatus poder, opresión, relaciones o hábitos destructivos. Pero estas cosas no tienen valor en comparación al amor que es ofrecido gratuitamente. Jesús enseñó que amando a tu prójimo como a ti mismo es el segunda mandamiento más importante. No lo descuidemos. En vez, busca oportunidades para demostrar el amor de Dios: oportunidades donde puedes compartir el gozo del Señor a aquellos que no lo conocen, comparte una palabra de aliento a aquellos que están desalentados o da de tus pertenencias, tiempo o posesiones a aquellos que están en necesidad, porque la vida es mas que satisfacer tus propias necesidades.

Trabaje por un tiempo para una señora de nombre Lea, en los Estado Unidos, quien dejo un trabajo bien pagado en Texas para mudarse al estado de Georgia para trabajar con niños de menores recursos, en un programa después de la escuela que ella comenzó. Cada tarde, 20 o más niños de familias pobres venían a su casa para tener 2 horas de tutoría, enseñanza de la Biblia y juegos. Ella hizo esto por su corazón compasivo, para darle amor a estos niños, nutrición y guía para que tuvieran un futuro brillante. Todos podemos aprender de su ejemplo. Si te rindes al Espíritu Santo, el te mostrara áreas donde puedas hacer una diferencia en las vidas de otros.

Entonces nuestra primera motivación es amar a Dios y demostrar su amor a otros cada día. Todos digan: “Amo a Dios con todo mi corazón, mente y alma y amo a mi prójimo como a mi mismo”.

La segunda motivación que debería guiarnos cada día es ejercitando nuestra fe. La fe es la confianza en Dios y la expresión de esa confianza en nuestros pensamientos, palabras y acciones. ¿Y que de tu fe? ¿La estas desarrollando? ¿La estas usando? ¿La estas expresando? ¿Que dijo Jesús de la fe? Mira en Marcos 11:20-24:

Y pasando por la mañana, vieron que la higuera se había secado desde las raíces. Entonces Pedro acordándose, le dice: Maestro, he aquí la higuera que maldijiste, se ha secado. Y respondiendo Jesús, les dice: Tened fe en Dios. Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere á este monte: Quítate, y échate en la mar, y no dudare en su corazón, mas creyere que será hecho lo que dice, lo que dijere le será hecho. Por tanto, os digo que todo lo que orando pidiereis, creed que lo recibiréis, y os vendrá.

Fe, cuando la entendemos y la usamos correctamente es una fuerza espiritual. Algunos dirán que tienen fe porque creen en Dios. Pero lo que dicen es una afirmación mental. No es suficiente para traer cambios a través del poder de Dios en la vida de uno. La fe real esta basada en el carácter y la palabra de Dios. Dios se revela a si mismo y a sus propósitos para nosotros a través de su palabra. Es como cuando Dios estaba tratando con Abraham. En los tiempos de Abraham no había Biblia, ni iglesia, y tampoco nación de Israel. Mucha gente creía que había muchos dioses que debían ser adorados. Dios creo la humanidad para tener compañerismo con ellos, pero entro el pecado y entonces la amistad entre el hombre y Dios fue rota .Entonces los hombres comenzaron a formular sus propias ideas sobre Dios. Pero Dios tenía un plan para redimir a la humanidad. Para comenzar este plan, Dios necesito un hombre que lo reconociera como el Dios verdadero y obedeciera su palabra sin cuestionar o la necesidad de comprobarla.

Fue Abraham o Abram como primero fue llamado que Dios Eligio para su plan. En génesis 12:1-3 leemos como Dios llamo a Abram para que dejara a su país y viajara a una nueva tierra:

Empero Jehová había dicho á Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, á la tierra que te mostraré; Y haré de ti una nación grande, y bendecirte he, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición: Y bendeciré á los que te bendijeren, y á los que te maldijeren maldeciré: y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.

Que gran ofrecimiento le hizo Dios a Abraham. Y sin preguntar, cuestionar, o condición previa Abraham se fue y se dirigió a la tierra de Canaan. Luego en Génesis 15 leemos la respuesta de Dios a Abraham cuando expreso su preocupación de no tener un heredero.

Dijo más Abram: Mira que no me has dado prole, y he aquí que es mi heredero uno nacido en mi casa. Y luego la palabra de Jehová fué á él diciendo: No te heredará éste, sino el que saldrá de tus entrañas será el que te herede. Y sacóle fuera, y dijo: Mira ahora á los cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes contar. Y le dijo: Así será tu simiente. Y creyó á Jehová, y contóselo por justicia. Génesis 15:3-6

¿Ves lo que hizo que Abraham fuera apartado de otra gente de su generación? El creyó en la palabra de Dios y actuó sobre ella. Siglos después el Apóstol Pablo explicaría el significado de la respuesta de Abraham a la palabra de Dios en Romanos:

El creyó en esperanza contra esperanza, para venir á ser padre de muchas gentes, conforme á lo que le había sido dicho: Así será tu simiente. Y no se enflaqueció en la fe, ni consideró su cuerpo ya muerto (siendo ya de casi cien años,) ni la matriz muerta de Sara; Tampoco en la promesa de Dios dudó con desconfianza: antes fué esforzado en fe, dando gloria á Dios, Plenamente convencido de que todo lo que había prometido, era también poderoso para hacerlo. Romanos 4:18-21

¿Como Dios le respondió a Dios? “espero que si…” ¡No, El estaba completamente persuadido! Necesitamos estar de la misma forma cuando nos acercamos a Dios. Como el escritor de Hebreos que dijo: “Empero sin fe es imposible agradar á Dios; porque es menester que el que á Dios se allega, crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan,” Hebreos 11:6

Entonces, debemos esforzarnos para estar completamente persuadidos en nuestros corazones con respecto a las promesas y propósitos que Dios nos ha revelado y de continuamente expresar estas convicciones en nuestros pensamientos, palabras y acciones. Y no le permitimos a los eventos contrariarnos en lo que estamos confiando en Dios debilitar nuestra fe o el paso del tiempo; por lo contrario continuamos expresando nuestra confianza en Dios que es capaz de hacer lo que ha prometido. Estamos persuadidos construyendo nuestra fe con la palabra de Dios, a través de la oración y adoración y en el compañerismo con aquellos que comparten la misma fe. Entonces, como Abraham, veremos también a Dios hacer grandes cosas.

En adición al amor y la fe, una tercera motivación que debería guiarnos cada día es el deseo de vivir vidas santas y puras delante de Dios. La santidad es la pureza moral; es conducirnos de acuerdo a los estándares de la justicia de Dios mientras continuamos viviendo en un mundo corrupto y maligno. El Apóstol Pedro nos recuerda los requerimientos de una vida en santidad.

Sino como aquel que os ha llamado es santo, sed también vosotros santos en toda conversación: Porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo. ” 1 Pedro 1:15-16

Y en el libro de 1 Pedro el dice:

Amados, yo os ruego como á extranjeros y peregrinos, os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el alma, Teniendo vuestra conversación honesta entre los Gentiles; para que, en lo que ellos murmuran de vosotros como de malhechores, glorifiquen á Dios en el día de la visitación, estimándoos por las buenas obras. 1 Pedro 2:11-12

Si te esfuerzas en vivir una vida santa descubrirás que tienes una ventaja sobre el resto del mundo. Muchos seguidores de Cristo han caído al costado del camino o debilitado su testimonio porque fueron descubiertos entregados al pecado. Algunos han acortado sus vidas por causa de su descuido han causado daño a sus cuerpos o se han hecho vulnerables a las enfermedades. Pero, si sigues los mensajes del Espíritu Santo, la gente vera difícil encontrar faltas en tu conducta. Como Pablo dice en Gálatas con respecto a los frutos del espíritu, “En contra de estas cosas no hay ley.”

Un ejemplo de alguien que eligió vivir una vida santa fue José. A pesar de los celos y el maltrato de sus hermanos quienes vendieron a José a los vendedores de esclavos, y el engaño de la esposa de Potifar, anos pasados en prisión y el olvido del siervo del Faraón a quien José le interpreto un sueno. José no dejo a Dios de lado o se rindió a las presiones para maldecir a Dios o adoptar una vida de pecado. El siguió siendo fiel a Dios y Dios lo continúo bendiciendo y eventualmente Dios lo trajo a la preeminencia y el poder en Egipto. Ese es el resultado de vivir una vida santa, una vida apartada para vivir en obediencia a Dios.

Así como José, esfuérzate en la meta de vivir una vida santa. Solo deber ir más allá de tus esfuerzos previos. Queremos sembrar santidad y justicia y cosechar sus frutos, en vez de los frutos de la impureza y la injusticia.

Finalmente, el motivo o propósito que debería guiar nuestras vidas es el servicio; eso es hacer por otras personas lo que suplirá sus necesidades y deseos de a cuerdo a la voluntad de Dios. Esto es promovido por nuestro deseo de demostrar el amor de Cristo y de cumplir la voluntad de Dios en nuestra vida. Y requiere una actitud donde ponemos el interés de otros antes que el nuestro y permitir a Dios cuidar de nuestras necesidades y deseos. Esto sigue la misma actitud demostrada por nuestro Señor Jesús. Como Pablo lo describe en Filipenses:

No mirando cada uno á lo suyo propio, sino cada cual también á lo de los otros. Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús: El cual, siendo en forma de Dios, no tuvo por usurpación ser igual á Dios: Sin embargo, se anonadó á sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante á los hombres; Filipenses 2:4-7

Deberíamos hacer nuestra meta de ser bendición a otros. Recuerda lo que leímos antes de Abraham. Parte de la promesa al padre de la fe fue que todas las naciones de la tierra serian bendecidas a través de el. Cada uno de nosotros debería involucrarse en la práctica de bendecir a otros. De acuerdo a Pedro 1, “Cada uno según el don que ha recibido, adminístrelo á los otros, como buenos dispensadores de las diferentes gracias de Dios,” 1 Pedro 4:10 A través de la gracia de Dios a cada uno se nos ha dado, talentos dones y habilidades. ¿Que tenemos que hacer con esos talentos, dones y habilidades? Tenemos que servir a otros. Pablo nos enseña la misma cosa en Gálatas. El dice, Porque vosotros, hermanos, á libertad habéis sido llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión á la carne, sino servíos por amor los unos á los otros,” Gálatas 5:13. Y porque no involucrar nuestras vidas en servir a otros. Nos da la oportunidad de usar nuestra fe y ver a Dios realizar grandes cosas en las vidas de las personas. Y nuestro servicio nos trae grandes beneficios. Jesús nos enseño que, “Más bienaventurada cosa es dar que recibir,” Hechos 20:35. Y Pablo nos recuerda en Gálatas, “No nos cansemos, pues, de hacer bien; que á su tiempo segaremos, si no hubiéremos desmayado,” Gálatas 6:9

Es verdad; es muy satisfactorio estar involucrado en ayudar a otros lograr lo que no pueden hacer solos. Si quieres ser bendecido, da tu vida en servicio a otros.

¿Y como nos involucraremos en servir a otros? Es fácil. Solo busca una necesidad y llénala.

Cuando vivía en la nación de Belice en América Central tuve muchas oportunidades de ayudar a los necesitados. Para aquellos ancianos que a menudo no podían ir a la iglesia, iba a su casa cada semana con mi guitarra. Los guiaba a ellos y su familia en adoración y compartía el mensaje de la palabra de dios con ellos. A otros los ayudaba financieramente de vez en cuando. Un hombre que ayude tenía diabetes y necesitaba ayuda con insulina. Otro que ayude era sordo. El hacia trabajos ocasionales en la ciudad. Pero el tenia los zapatos rotos. Así que un día lo lleve a la zapatería y le compre un par de zapatos. De la misma forma puedes ser de bendición a aquellos alrededor tuyo con necesidades.

Así que aquí hay cuatro motivaciones que como servidores de Cristo debemos ejercer en nuestras vidas cada día: amor, fe, santidad y servicio a otros. Incluyendo estos motivos en nuestras vidas nos movemos en más que vivir para nosotros mismos permitiéndole a Dios trabajar y transformar nuestras vidas. Porque Dios el padre desea que todos nosotros nos conformemos a la imagen de Cristo.

Entonces, si quieres ejercer el amor, la fe santidad y servicio a otros, los principales motivadores de tu vida, entonces hazte estas preguntas cada día:

1. ¿Como puedo expresar mi amor a Dios en este día?

2. ¿Como puedo demostrar el amor de Cristo hoy?

3. ¿Como puedo crecer y extender mi fe hoy?

4. ¿Como puedo expresar y demostrar mi confianza en Dios hoy?

5. ¿Como puedo demostrar la santidad de Dios en mi vida hoy?

6. ¿A quien puedo ser de bendición hoy?

7. ¿Como puedo ser de bendición a ellos?

Así que determina hoy de cambiar la dirección de tu vida, de ser motivado por los propósitos más allá de este mundo natural. Tienes un destino mas alto de donde estas ahora. Ponte a tono con ese nuevo destino hoy y comienza a ver a Dios trabajando en ti y a través de ti.


El primer paso en llevar a cabo el plan de Dios en nuestras vidas es recibir el regalo de la vida eterna. Si no has recibido la vida eterna, pídele a Dios ahora mismo para que te la conceda por medio de la fé: “Que si confesares con tu boca al Señor Jesús, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia; mas con la boca se hace confesión para salvación,” Romanos 10:9-10. Haz esta oración creyendo en tu corazón:

Señor Jesús:
Ahora me arrepiento de mis pecados y me vuelvo a tí. Creo que moriste en la cruz por mi y resucitaste de la muerte para pagar el precio de mis pecados. Recibo ahora el regalo de la vida eterna y te recibo como Señor de mi vida. Gracias Jesús.

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