Para empezar, queremos ver en Gálatas 6:6-10 para descubrir algunas simples verdades que podemos aplicar a nuestras vidas:
Y el que es enseñado en la palabra, comunique en todos los bienes al que lo instruye. No os engañeis: Dios no puede ser burlado: que todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna. No nos cansemos, pues, de hacer bien; que á su tiempo segaremos, si no hubiéremos desmayado. Así que, entre tanto que tenemos tiempo, hagamos bien á todos, y mayormente á los domésticos de la fe.
I. Cualquiera que recibe instrucción en la palabra
La primera cosa que encontramos en esta escritura es que esta dirigida a la persona que recibe instrucción en la palabra. Notemos que no es dirigida a cualquiera que escucha una palabra de instrucción, pero es para uno que recibe la instrucción. ¿Que significa recibir? Significa recibir la entrega, aceptar, o recoger. Esta no es una acción pasiva. Mucha gente tiene el hábito de escuchar pasivamente una predicación como una forma de entretenimiento, en vez de una oportunidad de descubrir alguna nueva enseñanza que los desafía para ir mas allá de su presente nivel de madurez cristiana. No debemos caer en ese hábito. Cuando cada uno de nosotros nació, no vinimos al mundo como adultos maduros, pero como infantes sin experiencia o conocimiento de este mundo. Es lo mismo cuando nacemos en el reino de Dios. Para ejercitar el potencial completo como miembros del reino de Dios, necesitamos crecer espiritualmente al ser parte de la comida espiritual de la palabra de Dios. Es como Jesús le respondió a Satán cuando fue tentado a que convirtiera las piedras en pan en Mateo 4:4, “Escrito está: No con solo el pan vivirá el hombre, mas con toda palabra que sale de la boca de Dios.” Entonces, si te sientes débil en tu caminar con el Señor, asegúrate que tu dieta diaria incluya la palabra de Dios.
La palabra que Pablo uso para “palabra” es logos – la revelación del propósito, carácter y promesas de Dios de las que puedes depender. Por lo tanto, como la comida física, comamos la palabra de Dios, pero no de una manera informal como el apóstol Santiago nos aconseja.
Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos á vosotros mismos. Porque si alguno oye la palabra, y no la pone por obra, este tal es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural. Porque él se consideró á sí mismo, y se fué, y luego se olvidó qué tal era. Mas el que hubiere mirado atentamente en la perfecta ley, que es la de la libertad, y perseverado en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, este tal será bienaventurado en su hecho. Santiago 1:22-25
Entonces debemos recibir la palabra de Dios, digerirla y permitirle de ser parte de tu ser a través de la obediencia y aplicación. Así, nuestro primer principio de una vida cristiana exitosa para inexpertos es: debemos continuamente recibir (aceptar, incorporar y aplicar) las instrucciones de la palabra de Dios.
II. Debemos compartir todas las cosas buenas con nuestro instructor.
Lo que sigue es: noten que hay una obligación para el que recibe la palabra de Dios. Al recibirla y permitir que la palabra produzca buenas cosas y bendiciones en nuestras vidas, no deberíamos olvidarnos del instructor. ¿Recuerdas la parábola del sembrador? El sembrador sembró la palabra y luego recibid una cosecha. Esto nos trae al segundo principio de una vida cristiana exitosa para principiantes: Cuando las buenas cosas se producen en tu vida a través de las enseñanzas de la palabra de Dios, recuerda de compartir esas bendiciones con los que te enseñaron. Los buenos maestros deberían ser animados y recompensados por su fidelidad.
III. No te engañes: Dios no puede ser burlado.
El versículo siete en Gálatas 6 comienza con una advertencia: No se engañen. Pablo hace esta advertencia porque es posible ser engañado en el pensamiento que uno puede ignorar la palabra de Dios. Algunas personas pueden decir en respuesta lo que Dios les dijo: “no creo en eso”. Sin embargo, no han entendido, la palabra de Dios es verdad la crean o no. Hay mucha gente hoy que es muy liberal en su pensamiento; eso es, no siguen normas establecidas y costumbres. Cuando estas personas tratan con la palabra de Dios, eligen y toman la parte de la escritura con la que se sienten bien y son indiferentes al resto. Sin embargo, se están engañando a si mismos. Dios no permitirá ser burlado y ridiculizado.
Un ejemplo de una persona que trato de burlarse de Dios, fue una mujer de nombre Madelyn Murray O’Hare. Ella era una muy conocida atea en los Estados Unidos. Fue responsable de que no se hicieran más oraciones en los salones de clase de la escuela pública. Sin embargo, ella y su familia fueron asesinadas por un asociado de negocios, quien se vengo por haber sido encontrado robando los fondos de su organización. Parece que cuando ella puso a Dios fuera de su vida, también se deshizo de la moralidad y la ética que hacen una sociedad segura y ordenada. Entonces, mientras algunos no reciben la palabra de Dios, otros la ignoran y no la tienen en cuenta. Lo que nos lleva al tercer principio de la vida cristiana exitosa para principiantes: Yendo en contra de los principios de la palabra de Dios, lleva al fracaso, las dificultades y por ultimo la destrucción.
IV. Una persona cosecha lo que siembra.
El apóstol Pablo se refiere entonces al tema de la siembra y la cosecha. Sembrar es una verdad universal que cualquier granjero conoce. El granjero quiere producir un cultivo, pero primero debe plantar una semilla del cultivo que desea. Pablo entendió que este principio se aplica a cada una de nuestras vidas de la misma forma. Cada uno de nosotros somos sembradores. ¿Que sembramos? Sembramos pensamientos, palabras y acciones. Donde sembramos? Sembramos en las vidas de otras personas, a nosotros mismos y a Dios. Lo que sembramos determina el cultivo o la cosecha que recibimos. Así, el cuarto principio de una vida cristiana exitosa para principiantes es: Lo que recibimos de la vida depende enteramente en lo que habitualmente o consistentemente sembramos.
V. El que siembra para complacer a la naturaleza pecaminosa cosecha destrucción.
¿A quien estamos buscando complacer con nuestra siembra? Tenemos una elección. Podemos complacer o ceder a la naturaleza humana carnal, desobediente, egoísta y sensual, esa parte de nuestra vieja naturaleza, cuando fuimos separados de Dios. Pero ¿que resultara de esto? Pablo nos dice que cosecharemos destrucción, decaimiento y ruina. Es porque la causa del pecado es muerte.
Entonces, te preguntaras, ¿que comportamientos complacen la naturaleza pecaminosa? Pablo menciona estos comportamientos en el capitulo cinco de Gálatas.
Los actos de la naturaleza pecaminosa o la carne son obvios:
· Inmoralidad sexual fornicación, adulterio e inceso
· impureza – inmoralidad
· libertinaje – desprecio de lo que es apropiado, lujuria.
· Idolatría – La adoración a las criaturas en vez del creador.
· brujería – estar involucrado secretamente con la adoración y poderes del Diablo.
· odio- lo opuesto al amor ágape.
· discordia- peleas, disputas, rivalidades, contención; el resultado del odio.
· celos – deseo de tener lo mismo.
· arrebatos de ira – violencia, indignación, ira, enojo.
· rivalidades – intriga, facción, contención, peleas, es el fruto de los celos.
· disensiones –una desunión o relación apartada.
· sectarismos – opinión parcial, que se sustituye por la sumisión al poder de la verdad, y lleva a la división y formación de sectas.
· envidia – deseo de privar a alguien de lo que tiene.
· borracheras – intoxicación habitual
· orgías – consecuencia de la mente lujuriosa
· y otras cosas parecidas
Estas cosas pueden complacerte por un tiempo, sin embargo no satisfacen. Entonces el quinto Principio de una vida cristiana exitosa para inexpertos es: Fracaso, miseria y destrucción llenara nuestras vidas, si continuamos complaciendo nuestra naturaleza carnal.
VI. El que siembra para complacer el Espíritu, cosecha vida eterna.
Destrucción y ruina no necesitan ser nuestro destino en la vida. Pablo nos recuerda que la alternativa que el Señor Jesús nos dio, es a través del nuevo nacimiento. Basándonos en lo que ya sabemos, tomamos la instrucción que recibimos con respecto a la palabra de Dios. La sembramos en nuestra vida y cosechamos de ella. Luego hace raíz en nuestros espíritus regenerados. Al aplicar la palabra, impregna nuestros pensamientos y se demuestra en nuestras palabras y acciones. La demostramos en nuestras relaciones con otros y en nuestra relación con Dios. ¿Que sucederá? comenzamos a experimentar la cosecha de la vida eterna; que es la clase de vida de Dios que se revela en atributos de amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fidelidad, amabilidad y auto control: Una vida abundante y satisfactoria. Como dijo Jesús en el evangelio de Juan: “Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.” Juan 10:10. El sexto principio de una vida cristianan exitosa para inexpertos es: La vida abundante y satisfactoria que Jesús nos dio, se transforma en una realidad al continuamente rendirnos a los deseos del espíritu sobre las objeciones de nuestra naturaleza carnal y mantenemos nuestra vida en línea con la palabra de Dios.
Así que, ¿deseas esta vida abundante y satisfactoria? Entonces, mantente alineado con la palabra de Dios. Cumple en recibirla diariamente en tu vida. Te mantendrá en contacto con el Espíritu de Dios y alejado de caer en los deseos de la naturaleza carnal.
Miremos al ejemplo de sembrar para complacer el espíritu. En el libro de Romanos Pablo discute de como podemos superar el pecado en nuestras vidas. “Porque el haber muerto, al pecado murió una vez; mas el vivir, á Dios vive. Así también vosotros, pensad que de cierto estáis muertos al pecado, mas vivos á Dios en Cristo Jesús Señor nuestro.” Romanos 6:10, 11. Entonces, tomamos este versículo y lo sembramos en nuestra vida, aprendiéndolo de memoria y meditando en el. Y luego, cuando tenemos la tentación de pecar nos decimos a nosotros mismos, “Estoy muerto a la tentación; no tiene poder sobre mi” Así, podemos resistir la tentación porque nos hemos alineado con la palabra de Dios y cosechamos los beneficios de vivir apartados para Dios.
VII. No nos cansemos de hacer el bien.
Hacer el bien…estas haciendo el bien? Lo que hablamos antes sobre recibir la palabra y sembrar para complacer el Espíritu. También trata con los propósitos que Dios tiene para cada uno de nuestras vidas: Estamos involucrados en demostrar la bondad y el amor de Dios, como Jesús lo hizo: Lucas nos dice en el libro de Hechos:
Vosotros sabéis lo que fué divulgado por toda Judea; comenzando desde Galilea después del bautismo que Juan predicó, Cuanto á Jesús de Nazaret; cómo le ungió Dios de Espíritu Santo y de potencia; el cual anduvo haciendo bienes, y sanando á todos los oprimidos del diablo; porque Dios era con él. Hechos 10:37, 38.
Pablo nos recuerda en Efesios 2: “Porque somos hechura suya, criados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó para que anduviésemos en ellas,” Efesios 2:10. ¿Ha estado Dios hablándote acerca de la tarea que tiene para ti? ¿Has estado poniendo esa tarea a un lado? Para cada uno de nosotros hay buenas obras que llevar a cabo, que ayudaran a otros y traerán acciones de gracias y gloria a Dios. Así que, no debemos ser negligentes en esa parte de nuestra vida, porque como veremos, hay una recompensa por nuestra labor. Nuestra actitud debería ser la de Jesús, como el escritor de Hebreos nos anima: “Reducid pues á vuestro pensameinto á aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo, porque no os fatiguéis en vuestros ánimos desmayando,” Hebreos 12:3.
No hay duda que muchos de nosotros nos cansaremos de hacer el bien. Nos podremos fatigar, desilusionar o agotar. Esto no es acerca de la condición física del cuerpo, pero es una actitud que se desarrolla con el tiempo en el corazón. Aun así, debemos guardarnos de esto, para que no caigamos de los propósitos que Dios quiere lograr a través nuestro y la vida abundante que Jesús tiene guardada para nosotros. Recuerda las palabras de Jesús en el evangelio de Mateo: “El que hallare su vida, la perderá; y el que perdiere su vida por causa de mí, la hallará,” Mateo 10:39
Nuestros motivos también consideramos aquí. ¿Cual es tu motivo para obedecer y servir a Dios? Otra vez, Dios no puede ser burlado. Si estamos motivados por cualquier cosa que no sea un genuino deseo de amar y obedecer al Señor Jesús, entonces es probable que perdamos nuestro interés en conseguir sus propósitos para nuestras vidas.
Entonces, el séptimo principio de una vida cristiana exitosa para inexpertos es: Nuestra pasión por Dios se debe manifestar en si misma en nuestra excelencia de vivir para Dios e involucrarnos en hacer el bien a otros. Nos resistimos al impulso de rendirnos porque sabemos que servimos a un propósito más alto que nosotros mismos.
VIII. En el tiempo adecuado, cosecharemos…
Cosecharemos… Ahora entramos en el área de las manifestaciones de la presencia de Dios y su trabajo en nuestra vida. ¿Que es una manifestación? Es una señal o demostración, una aparición o una expresión. Ahora noten la progresión en este pasaje en Gálatas. Primero comenzamos aceptando y obedeciendo la palabra, luego aprendemos acerca de sembrar y cosechar. Luego se nos enseño acerca de sembrar para complacer el Espíritu, que resulta en cosechar vida eterna. Y ahora vamos al tema de cosechar la cosecha. Mucha gente quiere cosechar, pero pasa por alto el recibir la palabra y sembrarla y luego esperar la cosecha.
Jesús no tuvo ningún problema en recibir la manifestación de la presencia de Dios en su vida, cuando fue necesario. Cuando oro, el gene es sanado. Cuando manda a los demonios, salen de aquellos que están poseídos. Si la ocasión fuera trasformar agua en vino, o alimentar a 5000, Jesús estaba en posición de recibir la manifestación que demostraba como su Padre era el centro y la delicia de su vida.
Pero algunos pueden decir que no quieren una manifestación de la presencia de Dios en sus vidas. Bien, ¿cuando estas enfermo, quieres recibir sanidad? ¿Cuando enfrentas deudas, quieres provisión? ¿Cuando estas ansioso, quieres recibir la paz que sobrepasa todo entendimiento? O ¿cuando Dios te da un sueno, que es mas grande de lo que puedes manejar, quieres finanzas? ¿Donde quieres estar en tu relación con Dios, cuando uno de estos temas viene a ti? Quieres estar en la posición de recibir. Si no esta ahí, entonces no necesitas continuar en estas cosas que estamos hablando. Este es el bien del que Pablo nos habla que debemos continuar haciendo.
En esta búsqueda necesitamos tener la expectativa de que el bien que estamos haciendo traerá resultados sobrenaturales. Aquí es donde la fe es necesaria. Dios nos dio una promesa: Siembra y cosecharas; siembra para complacer el Espíritu y cosecharemos la vida. Tendremos un resultado, y ¿cuando llegara? En el tiempo adecuado, Un tiempo que sea el correcto, apropiado, adecuado. Pero el resultado no vendrá si perdemos la fe o nos rendimos. Nos perderemos la cosecha, como si perdiéramos un paquete que nos esta esperando en el correo, porque pensamos que se ha perdido.
Así que la actitud que Pablo nos anima a tener es de tener la certeza de la cosecha que viene. Ya esta en camino. No es cuestión de que vendrá, sino de cuando vendrá. Así nuestro octavo principio de una vida cristiana exitosa para inexpertos es: Nuestra labor en el servicio del Señor produce una cosecha segura; solo si abandonamos nuestro propósito evitara que recibamos la cosecha.
IX. Al tener la oportunidad, hagamos el bien…
Al tener la oportunidad… Esta segura que tendrás oportunidades para el servicio. Dios te traerá esas oportunidades. Así que prepárate para hacer el bien. ¿Hacer el bien a quien? Hacer el bien a toda la gente, pero especialmente a los creyentes, porque somos todos miembros de un cuerpo.
El noveno principio de una vida cristiana exitosa para inexpertos es: No importa lo pequeño o insignificante piensas que eres en el cuerpo de Cristo, siempre habrá oportunidades para servicio y para demostrar el amor de Cristo que solo tú puedes llenar.
Entonces, aquí tienes nueve principios de una vida exitosa para la vida Cristiana. Por lo tanto, no seas un inexperto. Mejor, recíbelos, medita en ellos y ponlos en práctica.
El primer paso en llevar a cabo el plan de Dios en nuestras vidas es recibir el regalo de la vida eterna. Si no has recibido la vida eterna, pídele a Dios ahora mismo para que te la conceda por medio de la fé: “Que si confesares con tu boca al Señor Jesús, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia; mas con la boca se hace confesión para salvación,” Romanos 10:9-10. Haz esta oración creyendo en tu corazón:
Señor Jesús:
Ahora me arrepiento de mis pecados y me vuelvo a tí. Creo que moriste en la cruz por mi y resucitaste de la muerte para pagar el precio de mis pecados. Recibo ahora el regalo de la vida eterna y te recibo como Señor de mi vida. Gracias Jesús.
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